Frenemos la transmisión de la COVID-19 por aerosoles: Midamos el CO2, HR Y PM2.5
El pasado 24 de marzo un grupo de cien científicos españoles y de asociaciones del sector sanitario firmaron una carta abierta donde resaltan el hecho de que el virus del SARS-CoV-2 se transmite fundamentalmente por el aire. Comentan también que las principales medidas preventivas son promocionar las actividades al aire libre y la ventilación, mecánica o natural, acompañadas de la filtración y de la purificación, llegando a citar tres tecnologías: rayos UVC, fotocatálisis e ionización bipolar. Por último, estiman que los espacios interiores se deben dotar de sondas medidoras de CO2, pues si la concentración es alta, implica una mala ventilación, y, por lo tanto, el riesgo de contagio es mayor. Además, incorporan una sugerencia muy importante: que no se hable porcentaje de aforos como medida fundamental sino de calidad del aire. “Las limitaciones de aforo tienen escasa justificación técnica y deberían sustituirse por criterios de salubridad efectiva del aire interior”, señalan.
En nuestra opinión, esta estrategia es muy acertada. Un reciente estudio del Área de Mecánica de Fluidos de Unizar (Universidad de Zaragoza) concluye que el criterio de limitación de aforos “carece de base científica” y propone centrarse en la calidad del aire interior. Tomando como base este estudio, el Ayuntamiento de Zaragoza ha propuesto al Gobierno de Aragón que sea ese criterio el que regule la actividad de la hostelería en dicho municipio.
Pero no sólo el nivel de CO2 es indicativo de la probabilidad de contagio del virus SARS-CoV-2. Hay otros dos parámetros fácilmente medibles que inciden en dicha probabilidad: la humedad relativa y las partículas PM2.5.
- Una humedad relativa baja por exceso de calefacción causa sequedad en las mucosas y que los aerosoles sean más pequeños y puedan permanecer en el aire más tiempo. Un estudio de la Universidad de Sidney1 estimó que, con una disminución del 1% de la humedad relativa, los casos de COVID-19 podrían aumentar entre un 7% y un 8%.
- Partículas PM2.5. Miden menos de 2.5 micras de diámetro y pueden penetrar profundamente en el pulmón transportando diversos materiales tóxicos y patógenos, pasando a través de la filtración del vello nasal. Diversos estudios (Harvard2, Institute of Labor Economics3…) cifran entre un 14% y un 21% el aumento de mortalidad por cada microgramo/m3 y la Office for National Statistics4, del Gobierno del Reino Unido, ha concluido que baja hasta un 6%.
Una determinada combinación de los tres factores (C02, PM2.5 y HR%) incrementan la probabilidad de contagio del virus COVID-19. La probabilidad más alta se produce cuando tenemos elevados niveles de CO2 y de PM2.5 y bajos niveles de humedad relativa. La temperatura, para los niveles entre 16 y 26 grados que nos podemos encontrar en el interior de los edificios, no influye.
La conclusión es que deberíamos colocar sondas que midan los tres parámetros si queremos tener una medida más precisa de la probabilidad de contagio del virus, e idealmente, que dichas sondas incorporaran un algoritmo de las combinaciones posibles, con diferentes niveles de probabilidad de contagio.
Así es que, ¿a qué estamos esperando?
Felipe Fernández Espejel
CEO Arquitectura Saludable
Well Acredited Professional
Passivhaus Designer
2 https://projects.iq.harvard.edu/covid-pm
3 http://ftp.iza.org/dp13367.pdf