Diseñamos y reformamos viviendas únicas que cuidan de la salud y aportan bienestar físico, mental y social a sus habitantes. Y esto importa porque pasamos de promedio 2/3 de nuestra vida en nuestras casas.
Nuestros diseños añaden valor real a las viviendas, un valor que se traduce en calidad de vida para la familia.
Para conseguirlo implementamos todos los criterios de diseño que influyen en ello:
· Neuroarquitectura, biofilia, belleza, proporción y funcionalidad.
· Parámetros técnicos objetivos que afectan a la salud: confort higrotérmico y acústico, calidad del aire, del agua y de la iluminación, ergonomía, seguridad, materiales no tóxicos y radiaciones electromagnéticas.
· Compromiso con el medio ambiente, a través de la eficiencia energética y la sostenibilidad.
Las personas que confían en nuestro trabajo experimentan una mejora sustancial en la calidad del sueño, la concentración, el estado de ánimo y el rendimiento. Perciben la mejor experiencia de usuario al sentirse cuidados por su propia casa.
Llevamos a cabo reformas integrales con los criterios de la arquitectura saludable y la neuroarquitectura, para que las viviendas se conviertan en el espacio soñado por nuestros clientes.
Nuestro objetivo es mejorar la funcionalidad, estética y condiciones de la vivienda, siempre atendiendo a los deseos del propietario.
También realizamos obras de rehabilitación integral para modificar o sustituir elementos o instalaciones que no se encuentran en buen estado y comprometen la funcionalidad de la estructura.
Utilizamos materiales naturales, sostenibles y respetuosos con el medio ambiente, e incorporamos el concepto de economía circular, con certificaciones como el Cradle to cradle (C2C, de cuna a cuna). Se trata de usar sobre todo materiales naturales. En el caso de usar materiales artificiales, han de incorporar mayoritariamente en su composición material reciclado, y altamente reciclables cuando termine su vida útil.
Estamos certificados en Passivhaus, el estándar más exigente en eficiencia energética, que permite ahorrar hasta un 75% de los gastos de climatización y calefacción. Se basa en el buen diseño bioclimático (orientanción, control solar…), un estudiado aislamiento térmico, una cuidada ejecución y diseño para evitar puentes térmicos, una gran hermeticidad (con ventilación mecánica de doble flujo con recuperación de calor) y unas ventanas de muy altas prestaciones.